Este blog se ha realizado para la asignatura de "Organización y Gestión de Instituciones y Programas Educativos"
miércoles, 30 de marzo de 2011
lunes, 21 de marzo de 2011
¿ Otra escuela es posible ?
Este fin de semana, ojeando una revista ( Yo Dona ) he encontrado un artículo que me ha llamado la atención y que creo que guarda relación con la distinta organización de los centros escolares:
El informe Pisa 2010 revela que, una vez más, España suspende en educación. Algunos desean volver a la disciplina férrea y al aprendizaje de memoria. Esto podría colocarnos en le número uno a costa de inculcar a los alumnos la competitividad extrema y cargarles con horas de deberes. En las antípodas se encuentra Finlandia, número dos de la lista que optó por corrientes pedagógicas más modernas en las que el alumno aprende a su ritmo y el maestro no es un mero cantor de lecciones. La idea es pasar de la enseñanza pasiva a la activa.
Nuestra sociedad no tiene nada que ver con aquella en la que se diseñó el modelo educativo tradicional; "es necesario cambiar los roles, el maestro ya no puede ser el que enseña, sino un dinamizador de la clase que guíe al alumno hacia el conocimiento" cuenta Jesús Joven, director del colegio Montserrat 2, donde han optado por una nueva metodología en la que eliminan el libro de texto para primar el aprendizaje de la búsqueda, selección, descriminación de la información y el trabajo en equipo.
Waldorf, Estudio o Montessori son algunos de los pocos centros que abogan por metodologías más participativas; por el ejemplo, el método Montessori trabaja con materiales propios muy sensitivos, porque María Montessori descubrió que cuantos más sentidos se empleen en el aprendizaje más sólido será. Sus clases no se ajustan a los tradicionales cincuenta minutos, sino que se dividen en bloques de al menos dos horas para no interrumpir la concentración del niño. En el aula, la mitad de los chicos trabajan en lengua y la otra mitad están con matemáticas.
Dentro de la enseñanza pública, el colegio Príncipe de Asturias de Madrid, fue uno de los pioneros en recurrir a los métodos más innovadores. Las clases no se dividen por cursos de edad, sino que se agrupan primero y segundo, tercero y cuarto y quinto y sexto. Las aulas son temáticas, es decir, los alumnos cambian de clase para pasar a matemáticas y lengua.
En muchas comunidades se están pidiendo más autonomía para los centros con el fin de cumplir su proyecto educativo, como decidir el uso o no de los libros de texto, organizar los horarios, dividir las clases o decidir la agrupación del alumnado. Aunque hay colectivos de docentes que piden un cambio, la mayoría del profesorado es reticente, entre otras cosas, por el aumento del trabajo que supone un modelo activo.
El informe Pisa 2010 revela que, una vez más, España suspende en educación. Algunos desean volver a la disciplina férrea y al aprendizaje de memoria. Esto podría colocarnos en le número uno a costa de inculcar a los alumnos la competitividad extrema y cargarles con horas de deberes. En las antípodas se encuentra Finlandia, número dos de la lista que optó por corrientes pedagógicas más modernas en las que el alumno aprende a su ritmo y el maestro no es un mero cantor de lecciones. La idea es pasar de la enseñanza pasiva a la activa.
Nuestra sociedad no tiene nada que ver con aquella en la que se diseñó el modelo educativo tradicional; "es necesario cambiar los roles, el maestro ya no puede ser el que enseña, sino un dinamizador de la clase que guíe al alumno hacia el conocimiento" cuenta Jesús Joven, director del colegio Montserrat 2, donde han optado por una nueva metodología en la que eliminan el libro de texto para primar el aprendizaje de la búsqueda, selección, descriminación de la información y el trabajo en equipo.
Waldorf, Estudio o Montessori son algunos de los pocos centros que abogan por metodologías más participativas; por el ejemplo, el método Montessori trabaja con materiales propios muy sensitivos, porque María Montessori descubrió que cuantos más sentidos se empleen en el aprendizaje más sólido será. Sus clases no se ajustan a los tradicionales cincuenta minutos, sino que se dividen en bloques de al menos dos horas para no interrumpir la concentración del niño. En el aula, la mitad de los chicos trabajan en lengua y la otra mitad están con matemáticas.
Dentro de la enseñanza pública, el colegio Príncipe de Asturias de Madrid, fue uno de los pioneros en recurrir a los métodos más innovadores. Las clases no se dividen por cursos de edad, sino que se agrupan primero y segundo, tercero y cuarto y quinto y sexto. Las aulas son temáticas, es decir, los alumnos cambian de clase para pasar a matemáticas y lengua.
En muchas comunidades se están pidiendo más autonomía para los centros con el fin de cumplir su proyecto educativo, como decidir el uso o no de los libros de texto, organizar los horarios, dividir las clases o decidir la agrupación del alumnado. Aunque hay colectivos de docentes que piden un cambio, la mayoría del profesorado es reticente, entre otras cosas, por el aumento del trabajo que supone un modelo activo.
domingo, 20 de marzo de 2011
" Organizar la diversidad " Artículo de Miguel Ángel Santos Guerra
Me gustaría destacar lo que me ha parecido más interesante del artículo de Miguel Ángel Santos Guerra sobre la atención a la diversidad de la escuelas. Comienza haciendo un recorrido por la escuela actual rígida, cerrada, lenta, etc que no es capaz de atender a la diversidad. Es una escuela homogénea, que educa para un tipo determinado de individuo, cuyo arquetipo es un modelo soberano y eterno que sirve de pauta para todos; aquel que se salga de dicho arquetipo será defectuoso ( síndrome de Dawn, inmigrante, etc ). La organización escolar impone este proceder homogéneo: se distribuye a los alumnos por grupos de edad, módulos y horarios iguales para todos, se utilizan los mismos textos, incluso el currículo debe ser cumplido en el mismo tiempo y la misma forma que en todos los centros.
Santos entiende que la organización hace posible el logro de metas diversificadas para cada alumno y además es una fuente de aprendizaje. El currículo está confeccionado por conocimientos, pero también por sentimientos, emociones y actitudes. Nos habla de distintos ámbitos de actuación de la institución escolar respecto a la educación en la diversidad:
Ámbito institucional: la escuela elabora un proyecto de inclusión, no de segregación.
Ámbito curricular: se debe tener en cuenta la diversidad de cada alumno y alumna; todas la actuaciones se deben concretar en el tiempo y el espacio en el aula.
Ámbito comunitario: el currículo no se compone esencialmente de experiencias de aula. Debe existir la oferta de un programa de actividades ( mal llamadas extracurriculares ) que deben integrar a todos los estudiantes.
Claro está que el profesorado es pieza clave del reto que conlleva la atención a la diversidad. Sin un profesorado sensibilizado, será imposible llevar a cabo esta tarea.
También señala las principales características que una organización debe tener para desarrollar un proyecto educativo sensible a la diversidad:
Flexibilidad: `` la rigidez es el cáncer de las instituciones´´. Para que haya flexibilidad, debe haber autonomía y medios.
Permeabilidad: debe existir un diálogo abierto entre la sociedad y la escuela. El centro educativo debe abrirse al entorno.
Creatividad: todo lo que sale de la normalidad, se impide o se contempla con recelo; también existe demasiada presión social por parte de las familias que no ven con buenos ojos aquello que se sale de la norma.
Colegialidad: es uno de los males de las organizaciones educativas, el individualismo de los profesionales. Cada uno va a lo suyo. El profesor se pregunta por su grupo, por su asignatura, por el resultado de sus alumnos. La colegialidad exige que unos aprendan de otros y que unos estimulen a que otros aprendan.
Me ha parecido realmente interesante la visión que da Miguel Ángel Santos de la escuela actual en relación a la atención a la diversidad, queda mucho camino por recorrer, que la escuela sigue siendo demasiado homogénea, que está excesívamente preocupada por seguir a rajatabla el currículo sin apartarse de él y no parece estar demasiado entusiasmada por hacer proyectos sensibles a la diversidad. Es cierto que, probablemente se necesiten más medios ( profesores especializados, materiales ) pero lo que de verdad hace falta es que se crea realmente en ello, que se vea la diversidad como algo que enriquece a toda la comunidad educativa y no como algo que empeora los resultados académicos de nuestros alumnos.
Puede ser una oportunidad el último decreto para la gestión del horario escolar en la Comunidad de Madrid que deja el 35% del mismo a disposición del centro. Es algo que se viene pidiendo de hace años y que espero haga más flexible la organización. Ahora bien, ¿ayudadará a que los centros dediquen más atención a la diversidad o simplemente dedicarán más tiempo a estirar el currículo para mejorar sus resultados académicos? Tampoco es fácil abstraerse de la presión social.
También estoy de acuerdo en que la colegialidad es un freno para la diversidad: los profesores no están acostumbrados a realizar un trabajo cooperativo y tampoco a trabajar codo a codo con padres, alumnos y el resto de la sociedad. Quizá este cambio en la mentalidad de los profesores sea el primer paso para el desarrollo de un buen proyecto educativo en la diversidad
viernes, 4 de marzo de 2011
Autobiografía
Me llamo Alejandro Morales Delgado, tengo dieciocho años y nací el 18 de Septiembre de 1992. Desde los cuatro años hasta que hice la selectividad, estudié en el colegio Santa María del Pilar donde mi padre es profesor de primaria.
Mi decisión de estudiar magisterio fue tomada muy al final de mis estudios porque dudé mucho entre esta carrera y la de historia, quizá bastante influenciado por Eduardo López, mi antiguo profesor de historia y geografía durante mis dos años de bachillerato.
Mi buena experiencia en campamentos con niños pequeños ha tenido mucho que ver en que acabara decantándome por la educación primaria. Me gusta tratar con ellos, aprendo de ellos y creo que sería positivo dedicarme en el futuro a esta profesión. Me gustaría especializarme en algún idioma, como es el caso del inglés, ya que considero tener ciertas facilidades para ello.
Algunos profesores de mi antiguo colegio me recomendaron realizar los estudios para maestro en Escuni y debo reconocer lo acertado de esta decisión, si bien tengo que aceptar que me está costando adaptarme al cambio del colegio a la universidad debido a las nuevas dinámicas de estudio, las exigencias de los trabajos, la distancia del periodo entre exámenes. En fin, una serie de factores que han hecho que mis resultados no fueran los que yo esperaba.
Tras este semestre, tengo los ánimos para mejorar mis notas. Lo que será difícil de mejorar es el buen ambiente de amistad que se respira en clase, en el equipo de fútbol en el que estoy apuntado, la colaboración en los grupos de trabajo, las ganas de quedar fuera de nuestro horario y el apoyo constante que recibo de mis compañeros.
Estos últimos meses, he aprovechado el tiempo para poder sacarme el título de monitor de tiempo libre porque pienso seguir dedicando parte de mis vacaciones a participar en la realización de campamentos.
- Activo; 15
- Reflexivo; 15
- Práctico; 14
- Pragmático; 18
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